Este es solo uno de los tantos pasos que debemos estar dispuestos a dar para ser consistentes y lograr lo que queremos lograr como migrantes. No importa si es el 1ero o el 2do, lo importante es comenzar desde algo, 1 paso es mejor que 0 pasos.
Desde que comencé con Proyecto: Migración he venido leyendo cuidadosamente y siguiendo muy de cerca cuentas en las redes sociales referentes con el tema de migración, de hecho, antes de comenzar con el podcast hice la respectiva evaluación de lo que hay; de lo que mucho hay y de lo que poco hay. No tardé mucho en llegar a la conclusión que el tema de la migración (y las cuentas que seguimos de cerca como migrantes) cubren solo 4 rubros:
- Nostalgia
- Tramites
- Política
- Humor
Descubrir esto para mi fue una confirmación de que debía comenzar con P:M intentando ofrecer un contenido distinto a lo que todo el mundo ofrece al migrante hispano en cualquier parte del mundo.
No todo el mundo quiere escuchar al maracucho diciendo “mardito” en cada oración que pronuncia en un video de 30 segundos siendo tosco en sus gestos. Esto nos ha hecho merecedores de un estereotipo: Maracucho = Ordinario.
No a todos los mexicanos les gusta el mariachi y ¡epa! los mexicanos comen otras cosas distintas a los tacos…
No todo el mundo quiere ver a un pana vestido de mujer burlándose de las mamás de todo un país como si la crianza de muchos no hubiese sido lo suficientemente traumática como para recordar las cuitas de nuestra infancia…
Por otro lado, sigo infinidad de cuenta cuyos “Me Gusta” son generados únicamente por la nostalgia de un paisano que extraña las hallacas, el pan de jamón o las chucherías venezolanas.
Lo complicado de este tema no es el contenido que está disponible en las redes sociales, tampoco quiero hablar de cada cosa que veo en Instagram porqué estaría días escribiendo y rotaría entre lagrimas y risas. Lo complicado de este tema es que aspiramos a lograr la plenitud viviendo fuera de nuestros países, pero el contenido que consumimos atenta día a día en contra de ese objetivo.
Nos convertimos entonces en víctimas del contenido que consumimos cuando nos levantamos a las 6:00 am, agarramos el teléfono y lo primero que vemos al abrir Instagram, Facebook, Twitter (o cualquier otra red social) es una foto de un supermercado que ya no existe o la propaganda del jamón Plumrose o cualquier otro producto que evoca una vida que ya no existe y ¡claro! El pie de foto es “Like si recuerdas esto…”, sin querer, te están generando un compromiso y tu mente tricolor, sangre caliente, lo nuestro es lo mejor, de una se activa “¡No seas pajúo! ¡Dale Me Gusta Julián Manuel!”.
El problema no es el “Me Gusta” y tampoco es que el creador de contenido de esa cuenta sea un morboso sin oficio que solo busca torturarte a punta de nostalgia, no. Su función es generar ese compromiso con el público y pasa que lo consigue ya que su público es mayormente gente que vive con nostalgia perenne y ojo, respeto al creador de contenido porqué logra su objetivo (con o sin la intención de generar más nostalgia).
El problema real es que desde las 6:00 am (o sea cual sea la hora a la que te despiertes) tu celular, las redes sociales y el contenido que consumes ya te programaron para extrañar, para sentirte comprometido con un pensamiento basado en la nostalgia ¿Por qué? porqué lo primero en lo que pensamos a primera hora del día es lo que “configurará” nuestro estado mental durante el resto del día. Esto es un proceso inconsciente PERO todo basado en base a acciones conscientes; a esa primera decisión que tomaste en la mañana de abrir tu teléfono y consumir el contenido que consumiste y que vienes consumiendo desde que saliste de tu país.
No me gusta hablar de problemas sin tener a mano las soluciones:
“No mires tu celular junto al despertar” sugieren los idealistas quienes muchos de ellos utilizan un reloj despertador en vez de la alarma de sus teléfonos (esta es una opción). Para nosotros los mortales, el hecho de utilizar la alarma de nuestro celular para levantarnos hace obligado agarrar el celular junto con despertarnos, ahora; podemos hacer cambios leves en esa rutina que sean menos drásticos que “NO toques el celular, NO lo mires, es más; olvídate de que tienes celular”, esto generará lo contrario; como seres humanos tenemos un afán inexplicable de hacer más diligentemente lo que no debemos hacer.
Tomate el tiempo para evaluar ¿qué tanto te SUMA el contenido que consumes actualmente en las redes sociales?
Desde hace mucho hice cambios en las cuentas que sigo; entre muchos otros, deje de seguir a quienes solo hablan de política (por ejemplo) y no es que el tema político no me interese, es que son personas que no hacen política, son politiqueros que solo critican y no hacen aportes reales a las situaciones políticas y económicas de un país.
– Sé selectivo con las cuentas que sigues; juro que desde que empecé a seguir cuentas de personas que utilizan palabras como “Optimismo, Superación, Gratitud”, en vez de “Mardito” o «Situación en Desarrollo» (con música de suspenso) la cosa fue mejorando. Si vamos a consumir contenido temprano en la mañana que sean cosas positivas, cosas que desde temprano nos ayuden a enfocarnos en lo que queremos lograr y no en lo que extrañamos.
– Puedes intentar -en vez de abrir tus redes sociales- escuchar música instrumental (algo que me ha funcionado en los últimos 3 años) puedes hacer clic en los enlaces para ver listas de reproducción sugeridas, al abrir las listas de reproducción te aparecerán sugerencias basadas en esa misma lista:
– Ver videos de gente que te dice algo útil para tu vida, gente que te aliente. Clic aquí para ver lista de videos sugeridos en YouTube, lo mismo. Al abrir esta lista te aparecerán cientos de videos relacionados. No puedo dejar de recomendarte la lista de reproducción de Proyecto: Migración (clic aquí)
– Me he dado cuenta de que mis días fluyen mejor cuando -en vez de abrir mis redes sociales temprano en la mañana- me dedico a leer un buen libro escuchando música instrumental mientras tomo un buen café. La inspiración es mayor y con esto ajusto desde temprano el enfoque, no solo de lo bueno, si no también de lo malo que suceda ese día. Obviamente soy humano, no todos los días consigo el mismo nivel de enfoque o inspiración, pero ya 3 o 4 días que comiencen así, son ganancia.
Lee y consume contenido relacionado al país donde hoy haces vida.
– Uno de los consejos de mi apreciada doctora Pamela Celedón durante el Episodio 009 “Migrar Luego de Haber Migrado” del podcast fue este; investigar, leer y aprender sobre la cultura del país al cual migraste. Esto te hace entender las razones y los porqués de muchas situaciones que de repente estás enfrentando día a día sin encontrar explicación ni solución.
– Seguir cuentas de comunicadores, artistas, cultura y política de ese país, leer libros, blogs, escuchar podcasts, documentales, entre mil herramientas disponibles te ayudará también a generar esa filiación, agarrarle el gustico al lugar que hoy es tu hogar, sin pensar mucho en ayeres. En algún momento intenté empaparme tanto sobre la cultura popular mexicana que me ha pasado que cuando hablo con mexicanos que tienen tiempo fuera de su país, se quedan sorprendidos, porqué les hablo de temas, de anécdotas o de personajes propios de la idiosincrasia mexicana de su generación. Trato de hacer lo mismo en la actualidad sobre la cultura de donde hoy vivo y haré lo mismo a donde la vida me lleve en su pasaje.
Te juro que extrañar menos no te hace menos, no dejarás de ser del país de donde eres el día que dejes sentir nostalgia día a día. Quien eres lo llevas en tu mente, en tu corazón y nunca dejarás de sentir nostalgia al 100%. La idea es que con el paso del tiempo esta sea menos frecuente y es en este punto donde empezarás entonces a disfrutar más tu presente, lo que eres hoy y quién eres hoy, esto se llama Plenitud.