
(Fotografía distribuida por la oficina de prensa de la Gobernación de Tarapacá. Iquique, Chile, 25 de abril de 2021.)
Esta semana ha sido bastante movida con respecto al tema migratorio/venezolano en el continente americano:
A finales de la semana pasada se dio a conocer el caso de Rossana Delgado (leer entrada sobre Rossana), asesinada y sobre el cual aún no se ha encontrado a ninguno de sus culpables y -sin querer tomar ventaja de esta entrada- para lo cual me sumo a la comunidad de migrantes venezolanos en el sur de los Estados Unidos para exigir #JusticiaParaRossanaDelgado.
El domingo se daba a conocer también el caso de dos niñas desaparecidas en Quito (Ecuador) quienes aparecieron a mitad de esta semana en Perú, aparentemente no las secuestraron si no que se escaparon porqué “en sus casas les ponían muchas tareas”.
Nos despertamos también el domingo con la noticia de un nuevo naufragio en las costas venezolanas, en esta ocasión en Delta Amacuro donde 6 paisanos perdieron la vida intentando salir en bote hacia Trinidad y Tobago… En el transcurso de la semana han ido rescatando al resto de los 32 tripulantes que salieron el 19 de abril desde La Horqueta (en Tucupita, Estado de Delta Amacuro).
Y el lunes 26 de abril las páginas de inicio de múltiples medios digitales a lo largo de Latinoamérica estaban siendo puestas en línea con las fotografías tomadas en un acto lleno de parafernalia y un sentido de indolencia tan majestuosamente indecoroso como el acto en sí, 55 paisanos venezolanos estaban siendo deportados desde la ciudad de Iquique al norte de Chile. Todos con trajes blancos con capuchas los cuales les cubren de pies a cabeza, chalecos de color verde fosforescente, tapabocas y cada uno con un mísero bolso de mano mientras van esposados, como quien sale con nada y regresa con menos, en la fotografía posan (en proporción) 1 agente de la PDI por cada 2 migrantes.
De este acto me llama la atención (y me repugnan) varias vainas, primero; el hecho de que los 55 migrantes venezolanos viajaron en un grupo mezclado de 40 migrantes los cuales fueron deportados sin derecho a juicio o a corte de migración, cuyo único delito fue haber ingresado por pasos no habilitados (o prohibidos) lo cual no es un delito agravado JUNTO con 15 migrantes con antecedentes penales por delitos de tráfico de migrantes, tráfico de drogas y robo. Inicialmente aquí tenemos varias irregularidades, y para quienes piensan que yo solo puedo hablar de Venezuela, de México y de Estados Unidos porqué son los únicos países en los que he vivido, es necesario para todos los migrantes en cualquier parte del mundo, que sepan sus obligaciones, PERO también sus derechos y por ello es por lo que hablo de este tema con la propiedad y la seriedad que este caso amerita:
- El derecho internacional PROHÍBE las expulsiones colectivas de extranjeros y esto está estipulado de manera clara y concisa en los apartados 8 y 9 del Artículo 22 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos.
- A los migrantes se les confiscaron sus documentos, cuando es lo único que les identifica EN CUALQUIER PARTE DEL MUNDO (no solo en Chile), esto es ilegal.
- Se les negó el acceso a un abogado, lo cual vulnera el derecho de cualquier ciudadano a ser representado de manera legal mientras permanezca detenido.
- La detención de estos migrantes contradice incluso la misma Ley de Migraciones promulgada en este mismo país y vigente desde el 20 de abril del presente año.
- Mezclar un grupo de migrantes con antecedentes penales o con delitos graves comprobados junto con un grupo de migrantes con un delito no agravado cómo lo es cruzar por un paso inhabilitado es algo que va en contra de cualquier protocolo de deportación.
Acto seguido, salen personas en las redes sociales como mi estimada Karen Bravo con afirmaciones como estas:
(Captura de pantalla enviada por mi prima política Isabel Carrasco, chilena)
Espero sinceramente y desde el fondo de mi corazón que Karen Bravo no tenga familia que por una u otra razón se vean en la necesidad de salir de su país con el único fin de sobrevivir y que si deciden hacerlo tengan los beneficios que millones de venezolanos carecen como lo es el acceso a un pasaporte, la oportunidad de legalizar o apostillar sus documentos sin que les cobren sumas excesivas en dólares (o como en mi caso, que les dañen sus títulos) y que tampoco se vean nunca en la necesidad de pasar por pasos no habilitados por la carencia de este tipo de documentos y por la desesperación de salir de un país que se cae a pedazos.
Por cada Karen Bravo nacen 5 Gustavo Parra, así que la proporción siempre será a favor de quienes luchan día a día fuera de sus fronteras para buscar la seguridad y el sustento para los suyos.
Karen no representa a Chile, Karen no representa a todos los chilenos. Karen; tú no eres Chile… PDI: ustedes no son Chile, son solo parte de un sistema al cual se le salió de las manos un fenómeno migratorio que no afecta solo a Chile sino que, como bien lo dice mi apreciada abogada y colega migrante la Dra. Pamela Celedón (Instagram: @abogadaenchile) “No solo afecta a Chile, afecta a todo el continente.” Un sistema que fue incapaz de pedir ayuda a los organismos internacionales y se le hizo más fácil hacerse el ciego y decidir que los migrantes venezolanos sean problema de Venezuela cuando en Venezuela la incompetencia de sus gobernantes es tal que no saben siquiera como resolver las vainas más básicas de cualquier gobierno.
Chile estará siempre en el corazón de todos los migrantes venezolanos porqué no conozco un solo migrante venezolano en el mundo que no tenga, aunque sea un familiar en Chile.
NO hablo por todos los venezolanos, pero estoy seguro que hablo por la mayoría cuando digo que, los chilenos podrán contar siempre con los venezolanos (como ya sucedió en el pasado), recuerden que -como me lo dijo también mi apreciado Nicolás Vergara, migrante Chileno en Francia- “Esto es cíclico” y es lo bonito de la historia, como esta “No se repite pero generalmente rima” (Mark Twain) ; espero que Chile nunca más se vea en la necesidad de mandar Chilenos al exterior a causa de crisis humanitarias o dictaduras y si así sucede, les aseguro que contaran con aquel pedacito de 912,000 km2 al norte del continente cuando este sea libre y nuevamente soberano.
El gobierno chileno ha tenido un doble discurso desde 2019 con respecto a la migración venezolana, primero la ignora y eso es bastante grave (…) y no solo afecta a Chile, afecta a todo el continente.
(Pamela Celedón)