
Seas migrante o no. Seas de México de Chile, de Argentina o de Venezuela, el mercado laboral con el paso de los años es cada vez más exigente. La figura del “Trabajo Estable” se ha convertido para muchos en una ballena blanca, algo casi inalcanzable y para quienes logran tenerlo, en ocasiones sienten temor a perderlo y empezamos a entonces ponerle empeño y a dar todo, pero no por el amor que podamos tenerle a nuestra profesión si no todo basado en el miedo.
En esta entrada enumeraré algunas habilidades que considero oportunas aprender para que -donde sea que estemos- nunca nos falte el trabajo. Es necesario acotar que estas habilidades es mejor aprenderlas cuando no las necesitamos que irlas aprendiendo sobre la marcha cuando hay necesidad.
Muchos migrantes trabajan hoy haciendo entregas con Uber, DoorDash, Rapid, Instacart, Amazon Flex, y un sinfín de aplicaciones más en varios países del mundo donde esto puede ser un “resuelve” en tiempos de crisis. Con la pandemia el uso de estas aplicaciones se incrementó exponencialmente PERO como ex “socio” de Uber (me encanta que Uber a sus conductores les llama socio para que no sientan que son solo choferes) quisiera compartir mi hipótesis sobre el futuro de este tipo de servicios:
El primer indicio es la creación de más y más aplicaciones con las mismas características, esto es debido a la competencia, la competencia en este tipo de casos no tiene que ver en el desarrollo de aplicaciones más estables o bonitas, la única manera en la que estas aplicaciones puedan competir entre sí es en precios, Yo desarrollador no puedo pedirle a un restaurante que baje sus precios por lo que la única forma que tengo de ofrecer mejores precios a mis clientes ¿cuál es? Pagándole menos a mis conductores.
APARTE DE ESO, en algún punto de la curva de la adopción, la gente que utiliza estas aplicaciones para pedir comida, viajes y otros tipos de entregas, la oferta será mayor que la demanda, es decir, habrá más personas entregando comida o manejando, PERO el número de personas pidiendo comida o viajes difícilmente crecerá al mismo ritmo, por ende el tiempo en el que el conductor se mantendrá ocupado irá bajando con el paso del tiempo.
Cuando comencé a manejar para Uber en Tallahassee hablaba con conductores que fueron de los primeros en trabajar para Uber en esa ciudad, cuando apenas Uber abría su mercado allí; ellos narraban como inicialmente no paraban de hacer viajes, debían apagar la aplicación para poder hacer paradas para ir al baño o a comer. Ellos me contaban esas historias 2 años después, mientras esperábamos en el aeropuerto durante 30 minutos o una hora para poder hacer un viaje.
No me malinterpreten, el trabajo con estas aplicaciones es buenísimo cuando uno va llegando, PERO cuando nuestros ingresos dependen únicamente de una aplicación, la presión es grande. Se los digo por experiencia. Viviendo en una ciudad universitaria, mis ingresos con Uber se reducían a la mitad cuando la Universidad estaba de vacaciones. Entonces en verano de 2018, mi único ingreso me estaba dando para cubrir solo la mitad de mis gastos y fue aquí cuando entendí que eran muy pocas las habilidades manuales que poseía que me pudiesen ayudar a sobrevivir y tocó aprender sobre la marcha algunas cosas, motivado única y exclusivamente por la NECESIDAD.
«Si estás en los Estados Unidos y hablas inglés no te faltará trabajo, y si tienes papeles podrás encontrar un trabajo aún mejor pagado y más rápido.«
Puedes hablar 5 idiomas y tener pasaporte del país donde resides pero si no estás dispuesto a salir un «tilín» de tu zona de confort y hacer vainas que otros no están dispuestos a hacer te aseguro que NUNCA tendrás nada garantizado.
HABILIDADES CON LAS QUE NUNCA TE FALTARÁ EL TRABAJO:
PINTURA
Coloqué esta habilidad de primera por dos razones. Primero porqué NUNCA me gustó pintar. En Venezuela era tradicional para los meses de noviembre y diciembre darles un cariñito a los hogares con unas manos de pintura y de verdad fue algo que nunca disfruté hacer, lo hacía porqué era mi responsabilidad como hijo y como habitante de mi casa ayudar con la pintura. En aquel momento era MALO pintando. Tan malo que empezaba pintando en diciembre y todavía en enero estaba retocando… ahorita no soy bueno, pero soy “menos peor” ¡jajajaja! Me esmero, me tomo mi tiempo en terminar y ajá, “hago la chamba”.
En 2018 viviendo en Tallahassee y cuando trabajando para Uber no me alcanzaba para cubrir los gastos, me tocó comenzar a trabajar en remodelaciones, parte de lo que debía hacer en un oficio conocido aquí como Handyman (traducción literal Hombre Hábil) era la pintura… los días en los que más me costaba hacer lo que hacía era cuando me tocaba pintar. El olor a pintura, el llenarme las manos o la ropa era algo que no me gustaba por lo que optaba por utilizar guantes desechables, protectores para mis zapatos, trapos en el pelo para que no se me llenara de pintura, etc. Obviamente, mis compañeros de trabajo se burlaban (yo también me hubiese burlado de mí, si me viese hoy en tercera persona creo que yo mismo me hubiese hecho bullying).
Lo que no sabía el Gustavo de 2018 era que dos años después, a causa de la pandemia se quedaría sin su empleo “estable” y la pintura salvaría la patria. Esto me lleva a la segunda razón por la cual coloqué esta habilidad en primer lugar.
En 2019 por razones que luego narraré, dejé el trabajo en construcción ya que encontré un trabajo con todos los rasgos de un “trabajo estable”, era encargado de 3 almacenes, tenía una oficina con un computador, me descontaban mis impuestos, (prácticamente) tenía una camioneta asignada y todos los rasgos de un trabajo de esos en los que uno podría permanecer durante varios años. Luego llegó la pandemia y todo lo anterior se resumió en un “Gustavo, lo siento, pero debemos cerrar.” Y Chao Cheo(!) Aquel viernes por la tarde me quedé sin trabajo y sin previo aviso.
Esa misma tarde mientras me tomaba una cerveza tratando de pasar el trago amargo que aquello estaba sucediendo y manteniendo la fe de que todo estaría bien, levanté el teléfono y llamé a una persona que conocí desde 2018 en mis andanzas por el mundo de las remodelaciones, una persona con quien ya no tengo contacto pero, a quien en su momento le tuve mucho aprecio, el invitado al primer episodio del podcast Proyecto: Migración el Sr. Rony Sancir, subcontratista independiente con más 15 años trabajando en Tallahassee en remodelaciones:
- Don Rony ¿qué cree? me quedé sin trabajo… ¿Tiene algo en lo que lo pueda ayudar?
- ¡Claro que sí! Estoy pintando una casa por fuera y me faltan manos.
- ¡Buenísimo Don Rony! ¡Se lo agradezco mucho! ¿Cuándo podría comenzar?
- Mañana mismo si quieres muchacho.
Lo que antes odiaba, en ese momento se convertía en algo que me estaba salvando el presupuesto.
Saber manejar rodillos de varios tamaños y saber “recortar” (pintar bordes sin necesidad de una cinta) es una habilidad que -al menos en los Estados Unidos- puede ser pagada entre $13 a $17* por hora, dependiendo de varios factores; tener tu propia indumentaria de trabajo, la rapidez con la que pintes, si es pintura interior el pago es menor en comparación con la pintura en exteriores donde debes estar montado en una escalera alta, entre otras cosas.
Los pintores profesionales con máquinas (sprayadoras) para aplicar pintura en spray pueden optar a ganar entre $18 y $25* por hora.
PLOMERÍA
En tiempo de paz o de guerra, en pandemia, fin de mundo, si nos invaden los extraterrestres o en un apocalipsis zombie, siempre habrá una tubería rota cerca de nosotros. Un sanitario que no bajará, un lavaplatos que no funciona bien o una cocina a gas que no prenda.
Personalmente creo que la plomería es uno de los oficios más esenciales del mundo desde que existen las tuberías. Las únicas complicaciones que veo en la plomería (siendo migrantes) son el sistema métrico y el uso del gas. En algunos países las medidas del diámetro de las tuberías están en centímetros y en otros la vaina es por pulgadas y hacer la conversión al inicio es un buen enredo y con respecto al uso del gas, si aprendes a arreglar cocinas de gas natural y de repente es propano y viceversa, cambian algunas cosas entre unos mecanismos y otros.
En una ocasión en Atlanta, reemplacé una llave de lavaplatos (agua fría y agua caliente) junto con tercera llave o regadera extra con manguera extensible. Corregí también una pequeña fuga en el drenaje del lavaplatos, todo esto lo hice en 1 hora con mis propias herramientas, pasta de plomería y demás; el pago por ese trabajo fue de $90.
Un plomero con conocimientos básicos de como cambiar una tubería, una llave de lavamanos o lavaplatos puede optar a ganar entre $16 y $18* por hora si trabaja para una subcontratista.
Un plomero profesional cobra mínimo $50 por hora o $150* de mano de obra por instalar un calentador de agua (que lo puede hacer en una hora) trabajando por su cuenta. Si es certificado puede cobrar de $100 a $150* por hora de trabajo.
CARPINTERÍA
Uno de los oficios más antiguos resulta ser una habilidad bastante valiosa. Particularmente en los Estados Unidos la mayoría de las construcciones residenciales son erigidas en madera, además de eso, la instalación de puertas, rodapiés, gabinetes, pisos y todo el trabajo que incluya madera suele ser bien remunerado.
La instalación de una puerta puede rondar entre $70-$150* según el tipo de puerta. La instalación de un juego de gabinetes (según el tamaño de la cocina) puede ser -mínimo- $1,000 a $1,200*
Con respecto a la construcción de estructuras completas (framing) de casas, reemplazar columnas de madera, añadir un nuevo cuarto entre otras, las posibilidades monetarias son bastante amplias.
Si hablamos del trabajo por horas, solo saber medir y saber cortar la madera es algo pagadero, hablamos de entre $13 a $15* por hora. Un buen carpintero, con todas sus herramientas puede optar a cobrar entre $18 a $25 por hora.
*Dólares americanos (USD) | Fuente para la tasación en dólares según las habilidades manuales en construcción o remodelaciones: Arnaldo L. González – Subcontratista Independiente.
REPARACIÓN DE COMPUTADORES
Algo que llegué a hacer en Venezuela “sin querer queriendo”, desde muy pequeño me han gustado los computadores, a mis 18 años mi tío Néstor me regaló mi primer computador, a cada rato recurría a mi primo Michel Quijada (Licenciado en Computación) quien convenientemente era mi vecino y me ayudaba con los problemas del computador mientras iba aprendiendo.
A los 19 años mientras estudiaba mi primera carrera, comencé a trabajar en un “Cyber-Café”, un concepto que se puso muy de moda en los primeros 5 años del milenio. Allí pude aprender muchas más cosas sobre los computadores, respaldar y formatear un disco, reinstalar un sistema operativo, en fin, encontrar problemas y poder solucionarlos. Aprendí lo básico sobre redes, ponchar cables de internet, etc. Junto con mi pana del alma Ricardo Ramírez y su hermano Rubén Ramírez.
Con el paso del tiempo, en el edificio donde vivía, mis vecinos sabían que yo trabajaba en el cyber y me pedían que les revisara sus computadores por mal funcionamiento. Empecé a hacer volantes y los repartí por todo el conjunto residencial y sin querer me hice de una entrada extra reparando computadores.
Actualmente he visto que hay gente que cobra $100 reinstalar un sistema operativo o $50 por hacer un respaldo, para esta habilidad no necesitas una certificación para cobrar más o menos, en este caso tu tarifa va a depender únicamente de lo rápido que puedas solucionar el problema.
Hay gente que vive de revender programas (softwares) administrativos para tiendas o restaurantes y hace de esto su modus vivendi, vendiendo e instalando cada programa acorde con las necesidades de cada cliente. Esto va en en un rango de $150 a $200 por instalación y configuración del programa cuyo costo puede estar entre $75 y $90 según las funciones que tenga, lo que da un buen margen de ganancia por software instalado.
MANICURE Y PEDICURE
Conozco el caso particular de mi tía política (pero a quien quiero tanto como a mis tías de sangre) Yanett Ferrer. Tía Yanett fue gerente de sucursales bancarias en el Estado Zulia (Venezuela), con maestrías y especialidades tía Yanett hoy trabaja en los Estados Unidos como manicurista. Gana lo suficiente como para poder cubrir sus gastos porqué trabaja en un lugar dedicado a eso PERO si tía trabajara por su cuenta podría cobrar en $100 a $120 (MÍNIMO) por “mani y pedi”.
De igual manera, hay quienes pueden hacer su certificación en esto y cobrar un poco más pero, seas certificado o no, es una habilidad que puede sacarte las patas del barro o incluso servirte para generar ingresos extras en tu tiempo libre.
BARBERÍA Y PELUQUERÍA
Con esto de la migración de venezolanos a todo el mundo, hemos visto un boom de personas emprendiendo con barberías y debo decirlo (y no quiero sonar etnocentrista con esta afirmación) pero los mejores barberos en Florida son hispanos; puertorriqueños, dominicanos, venezolanos entre otros.
En la Florida central, las(los) estilistas dominicanas(nos) son tan buenas(os), que en los avisos exteriores de las peluquerías especifican que cuentan con estilistas dominicanas(os) para atraer más público.
Indudablemente, como migrantes, es habitual buscar un barbero o un estilista que sea de donde es uno, o al menos que hablen el mismo idioma ¿o no?
La última vez que me cortaron el cabello fue en Panama City, la Sra. Lisandra es boricua y estoy loco por tener tiempo para viajar las 8 horas necesarias para llegar a Panama City y que me vuelva a cortar el cabello.
Un barbero puede cobrar entre $15 y $20 por corte, $25 o $30 si él va a tu casa y en un país donde la propina es algo cultural, le puedes sumar entre $3 (20%) de propina según lo satisfecho que quede el cliente.
En el caso de la peluquería las posibilidades son infinitas… Si aparte de cortar cabello sabes poner extensiones, hacer permanentes, “desriz”, aplicar tinte, que si keratina y todas las vainas que hacen los peluqueros, trabajando por tu cuenta podrías ganar de $60 a $200 por día.
Una de las ventajas de aprender este tipo de habilidades es que tienen una doble ganancia: aparte de que te pueden resolver en tiempos crisis, te puedes a ahorrar los gastos de contratar a un pintor, un plomero o un barbero cuando tengas algún tipo de necesidad en tu casa, tú mismo lo puedes resolver sin necesidad de buscar un 1-800 PLOMERO lo que te ahorrará tiempo y plata.
Poseer una habilidad práctica o decidir aprender una nueva habilidad no solo te hará aún más valioso, sino que el hecho de tener un “segundo frente” o el saber hacer algo que puede ser rentable nos ayuda a no sentir esa sensación en el estómago al pensar “¿qué pasaría sí me despiden de mi trabajo?”.
Todo lo que hacemos en la vida; el empeño que ponemos en un trabajo, ahorrar dinero, cuidar nuestra salud, entre mil cosas más, TODO lo hacemos en base a dos emociones: amor o miedo.
Mientras tuve aquel trabajo con beneficios y “estabilidad”, nunca sentí miedo al pensar ¿qué pasaría si me despiden? (como en efecto sucedió), tenía -al menos- 2 planes alternos, y en base a eso permanecía tranquilo, enfocado día a día en hacer las cosas bien. Lo hacía en base al amor que sentía hacia el trabajo que hacía. Así fuese un trabajo que no tuviese que ver nada con mi perfil, me sentía pleno por la satisfacción que sentía cuando las cosas fluían y cuando no, ese mismo enfoque me ayudaba a solucionar y a seguir lo que hizo que aprendiera entonces más habilidades que hoy para mí son útiles.
Cuando pasó todo lo que pasó, en base a ese amor, mantuve la fe, una buena actitud y desde ahí hice aquella llamada telefónica donde pude conseguir otro empleo, ese otro empleo que fue con Rony, pero pudo haber sido con Luis, Pedro, Fulano o Perensejo; no quisiera sonar presuntuoso, solo me refiero al hecho de que el “quien” no fue un factor determinante, fue determinante lo que estaba dispuesto a hacer en base a lo poco que en aquel momento sabía «más o menos» hacer.
(En la foto de portada: su servidor -o sea yo- pintando con brocha gorda)