¿Fuerte el título cierto? Tengo tu atención entonces… venga, empecemos.
Antes de continuar quisiera aclarar que la foto que seleccioné como portada la escogí no porqué en lo particular piense que represente la «marginalidad» del venezolano, fue más por cuestión de filiación y un poco de sarcasmo para quienes piensan que la pobreza va directamente relacionada con la marginalidad.
Desde las últimas semanas he estado observando con bastante atención como los denominados “influencers” venezolanos han estado publicando videos sobre ciertas conductas de venezolanos que tienen poco de haber llegado y como critican y tildan de “marginal” ciertas actitudes y sobre esto es necesario para mí reflexionar en esta entrada luego de más de 6 meses sin publicar nada en este blog:
Hace algún tiempo hablaba sobre como la comunidad de mexicanos en Estados Unidos (solo por mencionar un ejemplo entre muchísimos) es una de las comunidades de extranjeros más sólidas que he podido conocer y con la que he tenido la oportunidad de interactuar y esto no es casual, es cuestión de empatía y de mucha discreción, respeto, sororidad y fraternidad.
Nunca he visto un video tomado por un mexicano grabando a otro mexicano -fuera de México- durante alguna conducta inapropiada y es CASI NULO ver un mexicano tomándose un video así mismo en actitudes similares.
Cuando miles de mexicanos siguen entrando por la frontera sur (como lamentablemente ha venido sucediendo durante décadas) no veo a otros mexicanos hablando mal de esto, incluso mexicanos que entraron de manera legal o hijos de mexicanos que nacieron en Estados Unidos… por el contrario; son innumerables las muestras de apoyo (EN SILENCIO Y A DISCRECIÓN) que entre paisanos se ofrecen.
Anteriormente tenía la fe de que sucedería lo mismo con mis paisanos venezolanos, había venido sucediendo durante una corta etapa entre 2012 y 2019, pero desde 2021 y lo que va de este año (2022) eso decayó abruptamente…
Los venezolanos por primera vez en la historia, encabezamos hoy la estadística de personas con mayor tasa de migración por vías irregulares a lo largo del continente americano (y hoy, en Estados Unidos). Algunos dicen que “por moda” otros sabemos que están escapando de una vida -que no es vida- pero ¿quién soy yo para determinar esto? Los que migraron porqué vieron que a otros les fue bien en su migración no le llamaría “migrar por moda”, le llamaría más bien “imitar un patrón” o “navegar una tendencia” pero esto es otro tema y no quisiera desviarme.
Yo, Gustavo Elías Parra, fundador y creador de esta humilde iniciativa llamada Proyecto: Migración NUNCA he estado de acuerdo, ni he propiciado, apoyado, aplaudido o he estado a favor de la migración por vías irregulares; existen videos, publicaciones en este blog y varios episodios en el podcast que soportan esto PERO, tampoco he criticado, juzgado o criminalizado a las personas que entran a cualquier país de manera irregular en busca de una vida, porqué finalmente la migración es eso, buscar una vida en otro lugar cuando se proviene de un lugar donde cada día es una prueba de supervivencia para muchos.
Nunca le diría a NADIE “Dale, entra por el río. Atraviesa la selva.” No solo por lo irresponsable de un consejo que supone poner en riesgo la vida de una persona si no porqué soy creyente que incluso para entrar a un país como Estados Unidos existen opciones -aún hoy en 2022- para hacerlo de manera legal con un poco de paciencia y no nos digamos mentiras, sí; un poco de dinero también es necesario.
Ayer tuve una conversación vía Instagram Live con un amigo de la casa, el gran Ángel Mendoza, a quien tuve la oportunidad de tener como invitado al podcast en el Episodio 27 (clic aquí para escuchar el episodio) y luego ser invitado a su podcast “El Quesillo Podcast” (clic aquí para escuchar el episodio) con quien quise hablar un poco sobre este tema y entre todo lo que hablamos, una de las líneas que más me impacto por parte de Ángel fue: “La doble moral del venezolano es tal, que señalan las personas que están entrando por la frontera a pie por entrar de manera ilegal y son los mismos que cuando llegaron por el aeropuerto dijeron en migración que venían a ver a Mickey Mouse cuando sabían que venían a quedarse…” afirmación tan fuerte como cierta (y a quien le pique que se rasque).
Mi intención con esta entrada es tripartita: por un lado (a) quisiera pedir abierta y encarecidamente a los “influenciadores” venezolanos (si es que alguno llega a leer esto) que dejen de estar resaltando las malas conductas de los venezolanos, si lo van a hacer; háganlo como una llamada de atención, con una retroalimentación y no con el fin de criticar o de resaltar una conducta indebida solo para atraer atención. Hay tanta gente de Venezuela haciendo una cantidad enorme de cosas buenas y de esto, hablamos muy poco es que ¿acaso no vale la pena hablar de lo bueno por qué no genera polémica y la polémica genera más tráfico a sus cuentas?
Por otro lado, es necesario para mí decir (b) que lo que se ha visto últimamente en las redes sociales sobre venezolanos con conductas inapropiadas SÍ, LAMENTABLEMENTE TAMBIÉN ES PARTE DE LO QUE SOMOS COMO VENEZOLANOS. Me apena muchísimo romper sus burbujas, pero -como en todos lados- en Venezuela así como hay MUCHÍSIMA gente buena, también hay gente dañada ¿y?
¿Qué hace uno cuando tienes dos (tres o más hijos) y uno se porta mal en la calle? ¿Lo reprende y lo critica en público…?
Crecí con la creencia y el método de que no hay nada más efectivo que un «en la casa hablamos…»
En 2020, tuve la grandiosa oportunidad de publicar mi primer libro Proyecto:Migración y en el Capítulo 11 titulado “¡Cuidado! Lo malo también emigra” hablo sobre esto ¿me adelanté en el tiempo? Para nada.
Siendo una persona con el tiempo que tengo analizando el fenómeno migratorio no era muy difícil saber que esto sucedería y de hecho desde antes de 2020 esto ha venido sucediendo en otros países (como Chile, Ecuador, Perú y Colombia), ahhh pero como ahora está pasando en el imperio y anteriormente se tenía la idea absurda de que quienes migraban a EE.UU. era solo la gente pudiente, esto hoy causa escozor, aunado a esto, al acceso masivo a las redes sociales donde ahora, cualquiera que tiene un teléfono se la da de influencer y cualquiera es especialista en conducta humana y políticas migratorias.
Por último (c), señor; señora. Dama y caballero, si usted ya migró desde hace un tiempo, gracias a Dios ya hizo su vida en un segundo país, tiene sus papeles y hace las cosas bien, no le dé tanta importancia a los paisanos que no están haciendo las cosas bien. La gente que vino a hacer mal; o presos o de vuelta se irán, así de sencillo. Mientras más importancia se les dé, más seguirá sucediendo. Tampoco digo que ignore esto, no. Si se ignora no dejará de suceder ni dejara de existir PERO, mientras hablamos de Pedrito De Los Palotes discutiendo con un policía, perdemos la atención de Nathalie Quintero quien lleva 7 (SIETE) años trabajando en la Nasa en el proyecto “Artemis” y en vez de ofrecer apoyo a esto y ofrecer nuestros mejores deseos, perdemos nuestras energías exaltando y rechazando lo malo, como lo dije en este video, como venezolanos, somos y seguiremos siendo una minoría rechazada dentro de una minoría que viene siendo rechazada desde hace mucho y lo peor, es que el rechazo viene desde nosotros mismos y desde lo que proyectamos.
A quienes vienen llegando por favor, portémonos bien déjense de la tontería de hablar de «los Niños Visa» como si fuéramos dos bandos, somos lo mismo y venimos del mismo lugar.
Fotografía por Ander Unibaso Villaverde de Pixabay