Durante estás últimas semanas he estado algo ausente de las Redes Sociales, ausente por no decir que no he estado publicando activamente, más no dejo de utilizar las redes con fines informativos y para saber lo que acontece a nivel mundial.
Desde que comencé con Proyecto: Migración he descubierto algo de mí mismo y que antes no había tenido la capacidad de entender porqué mi uso de las RRSS siempre era de manera pasiva; descubrí que cuando suceden muchas cosas a nivel mundial, me frustra el no poder ayudar de manera activa. La frustración luego se convierte en una sensación de abrumo y esto me resta bastantes energías e inspiración. Hoy -mientras escribo esto- creo que una de las tantas razones por las cuales comencé con P:M es el poder sentir que -de alguna u otra forma- aporto en algo a este mundo.
En esta especie de retiro he estado consumiendo contenido bueno, regular y malo; normalmente cuando estoy en este tipo de “lagunas” no soy muy selectivo con lo que consumo porqué lo que consumo es solo un medio para poder encontrarme conmigo así que, fácilmente puedo encontrarme viendo un capítulo de una novela mala y realmente mi mente está divagando en como podría aportar a la paz mundial (o cualquier otro tipo de pensamiento idealista).
Mi mente ida entre las inundaciones en Venezuela, en China y ahora en Nueva York. El conflicto en Afganistán, la proliferación de migrantes en la frontera Sur de EE. UU. en donde los refugios ya no dan abasto. Migrantes encontrados sin vida en la frontera norte de Chile y venezolanos -ahora- no solo muriendo en situaciones trágicas en Venezuela si no también en el exterior. La nueva versión del debate entre Católicos y Protestantes llamada: Vacunados Vs. No Vacunados, solo por mencionar las vainas más graves que están sucediendo hoy, mientras otros de mis paisanos en los grupos de Facebook de “Hispanos en ______ (PONGA AQUÍ EL NOMBRE DE LA CIUDAD DE EEUU)” preguntan con preocupación apremiante donde conseguir Chuleta Ahumada o si alguien sabe de un lugar donde hagan tequeños para fiestas. En esta dicotomía confirmé algo sobre lo que vengo reflexionando desde hace algún tiempo: la necesidad EXTREMA de la Empatía.
Uno de los primeros videos que subí en mi canal de YouTube (cuando me dijeron que si quería ser Youtber ¡Jajaja! Youtuber… ‘ño ‘e la madre…) hablaba sobre la agonía del Sentido Común en nuestro tiempo.
(Irónicamente este video lo grabé mientras en China estaba comenzando la pandemia y de este lado del charco todos pensábamos CON POQUÍSIMA EMPATÍA “a los chinos no haya que pasarles” como si de este lado seríamos inmunes… qué inocencia…)
Ver video en YouTube: El Sentido Común Murió hace mucho.
Entonces,
¿Cómo subo algo a las redes? ¿Qué subo? Un chiste sobre carajos con vestimenta de medio oriente bailando con las AK45 diciendo “¿cuándo los afganos conocieron la cumbia?” mientras 30,000 cuentas más muestran su apoyo y empatía para con las mujeres afganas, PERO a la vez hay miles de mujeres siendo violadas, secuestradas y asesinadas en las fronteras de México y Estados Unidos, en la frontera de Guatemala y México y a lo largo de las fronteras en sur américa, niños siendo separados de sus familias por una política migratoria sin sentido y un sinfín de vainas más de las que -pareciese- que nos hiciéramos los locos.
¿Cómo muestro empatía sin dejar a nadie por fuera?
¿Cómo me hago el ciego ante todo lo que está sucediendo?
Creo que para ser empático con todo lo que sucede debería hacer como 10 publicaciones al día y aún así, muy probablemente algo se me pase.
OJO
Esto no es una crítica, en todo caso es más bien un pensamiento Autocrítico (es decir, pa’ mí mismo). No es nada personal contra quienes estén antojados de comer chuleta ahumada o tequeños de fiesta, utilizo estas situaciones a manera de ejemplos, nada más.
Me alejo entonces no por falta de empatía o por falta de motivos, por el contrario; me alejo por exceso de empatía. A veces es preferible no decir nada, informarse, leer y escuchar.
He subido videos donde solo se ve el agua y donde solo se escucha el silencio, es una manera de manifestar mi estado anímico actual.
Escribo todo esto a manera de catarsis, además de un intento para exhortar a la empatía con todo lo que sucede y que (aunque pareciera estar lejos) nos rodea y mañana, podría afectarnos a nosotros y lo menos que vamos a esperar será un poco de empatía.
Hay muchas realidades y apasionarnos solo con una realidad nos hace ciegos a otra y, por ende, podría pasar, tal vez, quizás, que carezcamos de empatía para con esta.
Fotografía: congerdesign