Voy a ser bastante puntual con la respuesta y luego elaboraré la tesis, la respuesta es 0. Sí, cero, C-E-R-O.
En esta entrada quiero compartir contigo una reflexión que tomó algo de tiempo (tanto como 5 años) y es sobre la influencia REAL del entorno sobre nuestra Tranquilidad.
Hasta hace poco (un par de semanas) entendí la fuerza que tienen nuestra mente y nuestro empuje en todo este embrollo y te explicaré a que me refiero con esto.
Hay gente en Venezuela, en Cuba y en cualquier otro país “deprimido” y “subdesarrollado” del continente americano viviendo la vida que muchos soñamos aún viviendo en los países “desarrollados” y de “primer mundo” … Esto para mí fue clave.
Si hay gente en nuestros países viviendo la vida que muchos soñamos y quienes salimos, día a día seguimos dándole y muchos no se sienten satisfechos con la vida que tienen entonces ¿Cuántas veces es necesario migrar para conseguirlo?
Listo, fin. Se acabó Proyecto:Migración y ya ¡Empaquemos todos los peroles y regresémonos a nuestros países! ¡Jajaja! No; ya va.
¿Cuál es el punto de esta reflexión?
Sí, nuestro entorno influye en lo que queremos lograr en nuestras vidas estemos donde estemos PERO, el grado de influencia que tiene el entorno sobre nosotros va a depender MUCHÍSIMO de nosotros mismos; de lo que estamos dispuestos a hacer, de lo que sabemos, de lo que queremos, de lo que aspiramos y de nuestra capacidad para afrontar las Fases de cualquier proyecto de migración Decisión, Planificación, Adaptación, Desapego y Filiación (Libro Proyecto:Migración publicado por su servidor en 2020).
Tanto como el que migra geográficamente como el que se queda en su propio país debe tener la capacidad para afrontar cualquier cambio de ambiente o de entorno (llamémosle Micro-Migración).
¿A qué me refiero con esto de Micro-Migración?
Cuando cambiamos de trabajo, cuándo terminamos una relación, cuando nos mudamos o en cualquier momento de nuestras vidas en el que pasamos de una etapa a otra (cualquiera que esta sea) hay una migración en mayor o menor escala.
¡Epa! La gente que se quedó en Venezuela viendo a su familia entera salir y establecerse en otros países también migró, migró de entorno. Sus fiestas de cumpleaños, velorios, bautizos, navidades y parrandas también son distintas por lo que también pasaron por las fases anteriormente mencionadas con especial hincapié en la Adaptación y el Desapego.
Ahora bien,
Una pregunta que me hacen con cierta regularidad es “¿Cómo sé si el lugar donde estoy no funciona para mí y es momento de buscar nuevas opciones para migrar nuevamente?”
Lo primero que debemos evaluar es si la influencia en nuestro estado actual (estado anímico, económico, familiar, sentimental, etc.) está ligado directamente con nuestro entorno O si realmente (como regularmente sucede) es algo que está con Nosotros.
Si es algo que está ligado con nosotros te tengo una mala noticia: a dónde vayas eso te va a acompañar. ¿Muy fuerte? Lo es, perdón. Es probable que debas migrar una y otra vez hasta que entiendas de una vez por todas que es algo que está en ti (le pasó al amigo de un amigo 🙂)
-si ya conoces mi historia puedes saltarte esta parte hasta la marca ***-
Cuando recién llegábamos a México, en la Ciudad Victoria de menos de 400 mil habitantes sentía que las oportunidades que tenía eran infinitas, era la única persona en toda la ciudad con mi perfil profesional ¿suena bien o no? entendí que tenía todas las herramientas en mi cabeza para hacer que todo funcionase y pudiera encontrar la Tranquilidad (económica y emocional) de la que nunca pude disfrutar en mi ciudad natal.
Tenía las sedes de la gobernación del estado de Tamaulipas a 10 minutos CAMINANDO de donde vivíamos, de igual manera el Instituto Tamaulipeco para la Cultura y las Artes (ITCA). La Secretaría de Educación era solo cuestión de un viaje en autobús de no más de 15 minutos, tenía todo para poder crecer a un buen ritmo, y de hecho así sucedió.
Luego de un año de haber migrado y de haber pasado una cantidad de penurias de las que he hablado de manera incansable, logré tener 3 empleos (uno de ellos con el estado) y luego de 2 años logré tener dos empleos en dependencias estatales. Cualquiera podía decir que tenía la vida hecha, tanto así que en ocasiones la gente me veía como “privilegiado” ya que siendo extranjero gozaba de beneficios que la misma gente de Tamaulipas pasaba 5, 10, 15 años o más en lograr obtener. Todo fue cuestión de empuje, de los títulos que me acompañaban y del hambre que tenía por comerme el mundo.
3 años después empezó el declive…
Empecé a darme cuenta de que mi tranquilidad (emocional, aunque SÍ económica) no estaba en tener dos trabajos, un carro nuevo, ropa bonita y una casa simpática (todo esto lo debía). Todo aquello estaba muy bien pero no me sentía tranquilo. Empecé a evaluar si el problema era el entorno o era yo, al evaluar me di cuenta que era el entorno (“SPOILER ALERT”, no era solo el entorno) vivíamos en una ciudad gobernada por los carteles del narcotráfico por lo que emprender era complicado, crecer económicamente dependía solamente de ascender en una carrera dentro de la burocracia (y esto era complicado siendo extranjero) y en aquel momento decidimos cambiar de ciudad (inicialmente era el plan, luego decidimos que lo mejor era cambiar de país) para meses después, estando en un país como este, donde todo es posible; entendí que el problema -además del entorno- también era yo, porqué seguía sintiéndome intranquilo, insatisfecho y con ganas de más y de buscar más.
***
Ahora, si es algo que realmente está ligado a nuestro entorno; es cuestión de empezar a buscar opciones para moverse.
Te dejaré este ejercicio (clic aquí) al cual le llamé “Migración Inteligente”. Este ejercicio me ayudó tanto en Ciudad Victoria en 2015 como en Miami en 2017 para darme cuenta hasta dónde el problema era mi entorno y dónde comenzaba mi propia concepción del entorno sobre los resultados que estaba obteniendo en mi migración.
Hay gente que viniendo del mismo país del que tú vienes, no necesitó migrar para encontrar su tranquilidad… “Es que tienen plata.” Puede que sí pero, puede ser también que su concepción de Tranquilidad sea distinta (y tal vez menos exigente), o que su Seteo Mental, Resiliencia, Recursividad, etc. Les ayudó a lograr sus objetivos dentro de su propia frontera.
(Ver entradas sobre Seteo Mental y sobre Recursividad)
Por otro lado,
Hay quienes necesitamos 4 migraciones (y contando) para encontrar esa misma tranquilidad. Todo va a depender de cada uno, de la concepción propia de Tranquilidad y de la capacidad que tengamos de aprovechar los recursos del entorno en el que nos encontramos.