Existen dos tipos de migrantes, aquellos que refuerzan los estereotipos y aquellos quienes intentamos derrumbarlos de buena manera, unos más delicados; otro más bruscos, pero creo que como migrantes provenientes de X o Y país tenemos la responsabilidad intrínseca de derribar un poco los estereotipos cuando estos son erróneos Y MÁS AÚN cuando pueden llegar a ser dañinos.
Sin mucho más que agregar voy al grano, estamos claros que muchos de nosotros, cuando leemos este tipo de publicaciones vamos directo a lo que nos incumbe ¿sí o qué? Venga:
- Todos los inmigrantes latinoamericanos son de México (o de Cuba).
Si bien durante las cuatro últimas décadas la migración de mexicanos y cubanos a los Estados Unidos ha sido prominente, no todos los inmigrantes latinos somos mexicanos o cubanos.
Según Wikipedia para 2020 habían 38.5 MILLONES de mexicanos viviendo en los EE. UU. según los datos del censo llevado a cabo durante 2019 y 2020, en el caso de los cubanos la población censal llega a 1.343.960 para 2018.
No a todos los inmigrantes latinos nos gusta el picante o sabemos bailar salsa casino o Cha-cha-cha… no es que haya algo de malo con eso, solo que no es cierto.
Durante las últimas dos décadas ha migrado gente desde Colombia, Perú, Chile, Ecuador, Bolivia, Guatemala, El Salvador y mi gente de Venezuela cuya cifra es cercana al medio millón de venezolanos en territorio americano.
- Los inmigrantes latinoamericanos suelen trabajar en Construcción o en Limpieza.
Esto no es solo racista sino también clasista…
Aunque bien, es sencillo para los migrantes latinos trabajar en obras de construcción o en limpieza ya que generalmente las subcontratistas de construcción y las empresas que ofrecen servicios de limpieza no requieren que el trabajador sea bilingüe, hoy los latinos ocupamos puestos como gerentes de bancos, ingenieros, científicos, médicos y profesores universitarios. De hecho, en más de una ocasión han salido noticias sobre migrantes hispanos (o hijos de migrantes hispanos) que ocupan puestos en la Nasa.
Particularmente escogí trabajar en el ramo de las remodelaciones a mediados de 2018 porqué validar mis títulos y hacer cursos y certificaciones que avalaran mis estudios profesionales es demasiado costoso y ¿tocaba entonces endeudarme para poder trabajar? No es algo que mi lógica procese muy bien, por lo que preferí ponerme jeans, zapaticos viejos y franelas sin cuello para comenzar a trabajar en la remodelación de apartamentos residenciales. Poco a poco le fui agarrando el gusto y con el paso del tiempo me ofrecieron en dos ocasiones trabajar como profesor en institutos privados, al comparar los sueldos entendí que mi carrera profesional se había quedado en México y en la caja plástica donde hoy están guardados mis títulos.
- Los migrantes latinoamericanos no son educados.
Como lo mencioné en el apartado anterior, generalmente cuando el migrante latinoamericano permanece en los Estados Unidos de manera regular o irregular es complicado conseguir un empleo a nivel profesional, ya que (1) requiere un nivel de inglés bastante alto y (2) no es fácil competir con tu título universitario de México, Chile, Argentina o Perú Vs. Un título de una universidad americana.
Si nos ven limpiando piscinas, trabajando en Uber o haciendo entregas a domicilio no es por falta de educación, es más bien por necesidad y pragmatismo, ya que no tenemos a nuestros papás que nos mantengan mientras conseguimos el trabajo de nuestros sueños o mientras viajamos a la India a encontrar nuestro propósito en la vida.
- Los migrantes latinoamericanos trabajan en EE. UU. de manera irregular (ilegalmente).
Este mito no solo es erróneo si no que es dañino.
No todos los migrantes hispanos/latinos trabajan de manera irregular en los Estados Unidos E INCLUSO, quienes lo hacen, generalmente son los primeros en tributar sus impuestos a inicio de cada año como cualquier trabajador que labora regularmente en el país. Entonces, tenemos personas que -por trabajar sin un permiso de trabajo- cobran menos, PERO tributan igual que quienes tienen un permiso de trabajo y cobran un poco más, lo que genera que habitualmente los migrantes latinos trabajen 50 o 60 horas por semana para poder ver un rendimiento que honre su sacrificio.
Hay migrantes que pagan sumas cuantiosas de dinero para poder obtener sus permisos de trabajo y cada día son más los latinos que obtienen dichos permisos para poder trabajar acorde a la ley.
- Los migrantes latinoamericanos están aquí para robar los puestos de trabajos a los americanos.
Otro estereotipo que no solo es erróneo si no que es bastante dañino. Este se lo podemos agradecer a gran parte de los políticos quienes afirman que la mano de obra hispana al ser más barata es preferida por los empleadores lo cual no es cierto.
En mis 3 años trabajando en los Estados Unidos en construcción he sido testigo de como la mano de obra americana es preferida y mejor pagada en comparación a la hispana AUN CUANDO los hispanos generalmente hacemos el trabajo en menor tiempo y con mejor calidad, esto dicho por los mismos contratistas americanos quienes en ocasiones prefieren a los hispanos no por el bajo costo si no por la responsabilidad y por la calidad entregada en los trabajos.
Según el blog de “VeryWell Mind”
La alta tasa de migrantes (regulares o irregulares) no exacerba el desempleo. De hecho, existen investigaciones que sugieren lo contrario. Un estudio del Bell Policy Center examinó el impacto de la mano de obra de migrantes indocumentados en Colorado. El estudio encontró que, por cada trabajo sostenido por un inmigrante irregular, 0.8 empleos adicionales son creados. Esto es probable debido a que el dinero que los inmigrantes gastan en bienes y servicios locales permite a las compañías el contratar gente adicional.
He escuchado a americanos (solo en una ocasión) decir esto y la respuesta fue una propuesta bien sencilla: “Haz tu mi trabajo durante una semana, si lo haces mejor que yo quédate con mi empleo y yo renuncio”.
Trabajando en remodelaciones Tallahassee, escuché en una ocasión las quejas de un grupo de trabajadores afroamericanos cuya función en la obra era recoger los escombros y que los espacios siempre estuviesen limpios, los demás nos encargábamos de la instalación de luces, accesorios de baño, gabinetes, persianas, etc. Entrando al apartamento donde yo estaba instalando luces le dijeron a su supervisora “Why los Amigos don’t pick up the trash too?” (¿Porqué los Amigos no recogen también la basura?)
Me sentí mal y reflexioné sobre ello, días después el encargado de la obra nos pidió que entrenáramos a uno de estos muchachos para que pudiese ayudarnos en la instalación de luces, ventiladores, entre otras cosas. Tuve la oportunidad de estar de la mano de “D” (era su apodo) para enseñarle las cosas básicas… El muchacho de repente se desaparecía, eran más los días que faltaba que los que iba por lo que no había consistencia y cuando lo dejaba solo instalando algo en lo que yo iba a buscar material, podía pasar media hora y al llegar no había avance, aquí entendí “Why los Amigos do not pick up the trash too…”
No es estar a la defensiva, es simplemente estar seguros de que no estamos aquí para quitarle el trabajo a nadie, solo estamos aquí para trabajar y poder proveer para nuestras familias.
Como lo dije al inicio, tenemos una responsabilidad intrínseca y el compromiso moral de derrumbar estos estereotipos, no de reforzarlos. Esto lo podemos hacer en nuestro entorno inmediato, no tenemos que ir puerta por puerta a evangelizar diciendo que los migrantes latinos “somos buena gente” no, es simplemente cuestión de evitar el reforzamiento de estereotipos que pueden llegar a ser dañinos, de nuevo, no solo para nuestra generación, si no para la generación de nuestros hijos.
¿Cuál estereotipo has escuchado que pienses que es erróneo sobre los migrantes hispanos?